ATI crea un sensor de fuerza con clasificación espacial para la NASA

La carrera espacial está más vigente que nunca y ATI Industrial Automation ha querido ser parte de la tecnología integradora de los robots móviles que son enviados al espacio. Allí las condiciones son extremas, y siguiendo la cultura corporativa, quieren seguir siendo parte de la tecnología del futuro.

ATI se puso en contacto con los Laboratorios de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA para ofrecerles la posibilidad de desarrollar un sensor de fuerza para integrarlo en Perseverance, el robot móvil autónomo que será enviado a finales del verano de 2020 en una misión espacial a Marte. La tecnología que dispone el robot ha sido desarrollada por un conglomerado de empresas encabezadas por la JPL y la NASA.

La misión de Perseverance será encontrar vida microbiana además de realizar trabajos de investigación geológicos y cartográficos. Para ello dispone de un brazo robótico con un taladro con el que tomará muestras en la superficie del planeta rojo. Es ahí en donde entra la tecnología proporcionada por ATI, ya que el sensor de fuerza creado específicamente para el proyecto permite al brazo robótico (SHA) maniobrar con mayor respuesta en el pequeño laboratorio que incorpora el propio Persevenrance.

El sensor de fuerza de ATI ha sido diseñado simulando el sistema con el que se automatizan otros procesos en la industria o en el sector de la agricultura. Está compuesto por materiales térmicamente estables y de baja desgasificación para asegurar la estabilidad del sensor ante fluctuaciones ambientales. El torque es capaz de monitorizar y verificar un proceso, como puede ser si un pasador ha sido colocado correctamente y evita la contaminación cruzada de las muestras, un aspecto fundamental para el proyecto.

El gran reto de trabajar para la misión Mars 2020 ha sido crear una tecnología capaz de desenvolverse en condiciones ambientales extremas. Gracias al esfuerzo de investigación realizado y su posterior calibración, su sistema dispone de clasificación espacial, un grado superior que asegura precisión ante redundancia de señal y variaciones drásticas de temperaturas. El robot será enviado dentro de pocas semanas desde Cabo Cañaveral y no será hasta febrero de 2021 cuando podremos contemplar su llegada a Marte.

ATI espera que la tecnología desarrollada pueda ser incorporada en la Tierra para equipar sistemas avanzados para el sector de la automatización o en robots para trabajos de descontaminación de equipos nucleares, radioactivos o en instalaciones de gas.

Fuente: revistaderobots.com