Los creadores de CampusCEDAR, dos ingenieros, uno mecánico y el otro electrónico, convergen en el año 1993 en una empresa alemana dedicada al desarrollo y comercialización de equipos neumáticos y electrónicos con impacto mundial. Es allí donde ambos conforman un equipo de trabajo que permite llevar desarrollos de automatismos especializados hacia la industria manufacturera y formación académica multidisciplinaria a través de foros, charlas y seminarios teórico-prácticos, elevando el nivel de conocimientos en las áreas de tecnologías aplicadas a la automatización industrial.

Tecnología y academia, es lo que decide uno de ellos cuando ingresa a una Universidad Nacional como parte del profesorado especializado en Ingeniería para desarrollar trabajos de investigación, docencia e intercambio con la industria, siempre en el área de Automatización Industrial. El otro, permanece unido al campo industrial desarrollando proyectos robóticos complejos como negocio y  posteriormente decide registrar una empresa, hoy en día muy sólida, que crece y se proyecta al futuro desde tres sucursales en países latinoamericanos, permitiéndole obtener una visión más amplia del mercado.

En el año 2005 deciden nuevamente compartir espacios profesionales, pero esta vez con el ánimo de escribir un libro que condense las experiencias alcanzadas por ambos a lo largo de más de 25 años de desempeño y que pueda llegar a las manos de estudiantes universitarios y técnicos de la industria como un material de apoyo académico. Este proyecto se ve detenido por múltiples compromisos, aunque siempre compartieron un ideario común: Automatización y Robótica como nicho de desarrollo empresarial.

Es en el año 2015 después de varias reuniones de trabajo cuando definitivamente proponen el proyecto más importante que hayan imaginado: la creación de un Campus Virtual  innovador, que impacte principalmente al mercado latinoamericano, comenzando en idioma español y pretendiendo adoptar progresivamente otros idiomas con la consciencia puesta en la pertinencia del momento tecnológico actual cuando iniciativas de este tipo tienen desde su nacimiento la posibilidad de alcance mundial y que además refleje el compromiso con la conservación del medio ambiente, que adopte recursos tecnológicos virtuales como método sensorial de enseñanza y ofrezca diferentes maneras de formar parte de la comunidad CEDAR a través de un registro de usuarios con conocimientos técnicos, que incluya a los estudiantes universitarios y a la industria, pero que no deje de lado a los niños, jóvenes y adultos sin formación técnica previa, que asomen talentos e inquietudes dirigidas hacia este nicho académico, abriendo así el compás para alcanzarlos como parte de su razón social.